21 DE MARZO
INVISIBLES versus IMPRESCINDIBLES
En estos
momentos en que lo prioritario es la preservación de la salud, la vida, todos,
la sociedad en su conjunto dependemos de los invisibles, de los trabajadores
básicos, de los que nadie querríamos que fueran hijos nuestros, aspiramos a
más, a caballo ganador.
La sanidad, los científicos, los políticos, los
ricachones…todos en estos momentos dependemos de quien nos limpia la casa, la
empresa, las calles; de quien trabaja el campo y nos provee de esas naranjas
que no vienen de Sur Africa, de las verduras frescas, de huevos, de pan trabajado
por las noches, de los trasportistas mal pagados; de todos los invisibles que
viven con el salario mínimo que con ruindad les escatimamos, mermando su
dignidad y su autoestima.
El esfuerzo, la dedicación, los derechos son los
mismos para todas las personas, otra cosa es la realidad que reparte estos
derechos de forma injusta en función del poder económico y posición social. Las
acciones de bolsa no se comen, el dinero en paraísos fiscales no cura.
Esta
crisis va a dejar en evidencia la injusticia social, el perverso reparto de la
riqueza y los discursos racistas, senófogos, los egoísmos y la desigualdad. (¿Y
los refugiados, los parias, los desahuciados, los del tercer, cuarto o cero mundo?
Ahí se pudran, or konpon). Como siempre los soldados de la primera línea del
frente son estos, los de siempre, los invisibles. El mayor aplauso y
reconocimiento para ellos.
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