EL URUMEA, un río sin vida.
Vamos a dejar al margen por un momento la
loca noria pólitica y atender a una de nuestras realidades:
Nuestro río, aparentemente limpio y sin
contaminación, no permite ni ha recuperado las condiciones necesarias para
albergar vida a partir de los primeros escalones de la cadena alimenticia, y
por tanto tampoco encontramos lombrices, cangrejos, kiskillas o pececillos que
son la base de alimentación de lubinas, musarras o erlas, hasta los sufridos
corcones están desapareciendo. Tampoco entran las angulas ni se reproducen las
anguilas, antaño tan abundantes.
Soy aficionado a la pesca de lubinas y
cuando eventualmente se consigue capturar alguna, se comprueba que
permanecen con el estómago vacío, sin poder alimentarse. Y lo mismo ocurre
en la playa de la Zurriola, carente de toda vida propia de los arenales.
Cada vez que se producen lluvias
abundantes, el río arrastra toda suerte de restos y desechos abandonados en el
cauce del río, asi como una carga contaminante de dudosa procedencia que acaba
con cualquier vestigio de vida, y que el mar acaba devolviendo a la playa en un
acto de rechazo a nuestra desconsiderada actuación.
Una verdadera catástrofe ecológica para
nuestro entorno próximo que pasa inadvertida. ¿ Seria posible plantearse la
recuperación de este ecosistema controlando los vertidos al cauce de residuos
industriales y sólidos y empezar una repoblación de microfauna que permita
alimentare a especies superiores ?
Pedromari Modrego
Pedromari Modrego