PRESENTACION

Hola, Soy Pedromari, naci en Donostia en 1949 y me licencie en Arquitectura y Urbanismo en Barcelona en 1975, donde realicé los cursos de doctorado, así que tengo unos cuantos años de ejercicio profesional liberal. Desde jovencito jugando a combinar piezas de madera y tallar piedras de arenisca dibujar y realizar fotografías en la época del revelado con líquidos, de ahí a la arquitectura, siempre soñando con la libertad que proporcionan otras artes que no están sometidas a las imposiciones de los agentes económicos y políticos, enfin, lo que se dice buscando la libertad de expresión y siempre realizando incursiones en estos campos mediante concursos o llevando a los proyectos el componente artístico vocacional.
Hace unos años que mi interés y entusiasmo se centra en volver a los principios y trabajar con expresiones más efímeras y espontáneas, escultura y fotografía, así que espero que mireis los trabajos expuestos con cariño y benevolencia.

martes, 9 de febrero de 2016

CATASTROFE ECÓLÓGICA Articulo publicado en el Diario Vasco el 9 de Febrero


EL URUMEA, un río sin vida.

Vamos a dejar al margen por un momento la loca noria pólitica y atender a una de nuestras realidades:

Nuestro río, aparentemente limpio y sin contaminación, no permite ni ha recuperado las condiciones necesarias para albergar vida a partir de los primeros escalones de la cadena alimenticia, y por tanto tampoco encontramos lombrices, cangrejos, kiskillas o pececillos que son la base de alimentación de lubinas, musarras o erlas, hasta los sufridos corcones están desapareciendo. Tampoco entran las angulas ni se reproducen las anguilas, antaño tan abundantes.

Soy aficionado a la pesca de lubinas y cuando eventualmente se consigue capturar alguna, se comprueba que  permanecen con el estómago vacío, sin poder alimentarse. Y lo mismo ocurre en la playa de la Zurriola, carente de toda vida propia de los arenales.

Cada vez que se producen lluvias abundantes, el río arrastra toda suerte de restos y desechos abandonados en el cauce del río, asi como una carga contaminante de dudosa procedencia que acaba con cualquier vestigio de vida, y que el mar acaba devolviendo a la playa en un acto de rechazo a nuestra desconsiderada actuación.

Una verdadera catástrofe ecológica para nuestro entorno próximo que pasa inadvertida. ¿ Seria posible plantearse la recuperación de este ecosistema controlando los vertidos al cauce de residuos industriales y sólidos y empezar una repoblación de microfauna que permita alimentare a especies superiores ?

Pedromari Modrego


 

 

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